HORARIO DE MISAS

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HORARIO EUCARISTÍAS
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- Asunción: lunes, martes, miércoles, viernes y sábado a las 19:30h. Domingo a las 10:00h, a las 12:00h y a las 19:30h.

- Soledad: jueves a las 19:30h Eucaristía.

- San Francisco: templo cerrado temporalmente.
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Última actualización: 15/10/2025

CELEBRACIÓN DEL DOMUND Y UN NUEVO DOMINGO JUBILAR

El domingo 19 de octubre, en el seno de la Iglesia, celebramos el día del Domund, Jornada Mundial de las Misiones; este año, bajo el lema "Misioneros de Esperanza entre los pueblos", en consonancia con este Año Santo Jubilar 2025 que también estamos viviendo.

Nuevamente, la celebración del día del Domund quiere ser una llamada de atención a todos los cristianos, de todas las edades, para que se sientan responsables, formando parte activa y participante de la misión universal: con su testimonio, con su compromiso, con su oración y con su donación, pues gracias al compromiso de los cristianos y gracias a lo recaudado en campañas de este tipo, y con el infatigable trabajo de los misioneros repartidos por todo el mundo, la Iglesia puede sostener más de 400 proyectos en 26 países del mundo y en más de 179 diócesis. 

Asimismo, coincidiendo con el Día del Domund, en nuestro templo de La Asunción, sede jubilar de este Año Santo, celebraremos un nuevo domingo jubilar. En esta ocasión, será la comunidad parroquial de María Auxiliadora quien comparta con nosotros esta Misa jubilar, que tendrá lugar el 19 de octubre, a las 12:00 horas, en la Misa de las Familias. 

Pedimos al Padre Eterno que ésta sea una jornada fructífera de celebración, de oración, de testimonio, y de colaboración, en esta nueva oportunidad que Dios nos brinda para celebrar nuestra fe y nuestro compromiso en comunidad. 

FESTIVIDAD DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA

Hoy, 10 de octubre, celebramos la festividad de Santo Tomás de Villanueva, patrono de la diócesis de Ciudad Real.

Fraile agustino español, Santo Tomás de Villanueva (1.486-1555), creció en la localidad ciudadrealeña de Villanueva de los Infantes y ya, desde su más tierna infancia, fue conocido por su inmensa generosidad. De familia adinerada y pudiente, narraban que "de niño andaba, muchas veces, prácticamente desnudo por haber regalado sus ropajes a los más pobres". 

Entre las virtudes de este Santo encontramos su inmensa fe en Dios, que fue lo que le impulsó a servir a los más necesitados; el compromiso social, llegando a fundar un orfanato y un centro de formación de futuros sacerdotes; el servicio y obediencia a Dios; la humildad y la entrega, por la que aceptó el cargo de Obispo de Valencia; la evangelización y predicación; la austeridad personal, con la que siempre decidió vivir; y sobre todo, la caridad y la piedad. De hecho, su ejercicio infatigable de la caridad le llevó incluso a vender el jergón en el que dormía, para entregar el dinero a los más pobres y sintió especial preocupación por los huérfanos, las doncellas pobres sin dote, y los enfermos más humildes. Poseía, no obstante, una concepción muy inteligente de la piedad para la época en la que vivía, de forma que aunque era conocido por "muy limosnero", suyas son las palabras que dicen: "la limosna no es sólo dar, sino sacar de la necesidad y la pobreza, a quien la padece, librarle de ella cuando fuere posible".  

Así pues, en un día como el de hoy, pedimos a Dios que las grandes virtudes de Santo Tomás de Villanueva: caridad, humildad, austeridad, servicio e inmensa fe y entrega a Dios, nos inspiren en nuestro caminar diario como cristianos y como Iglesia peregrinante y en salida, hasta alcanzar la Gloria de Dios Padre. 

ENVÍO DE CATEQUISTAS

En este domingo, 5 de octubre, jornada en la que en la Iglesia celebramos las Témporas de Acción de Gracias por las cosechas y por los frutos recibidos de Dios, en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción hemos celebrado igualmente, el envío de nuestros catequistas de Comunión y Confirmación: un nutrido grupo de voluntarios, que se afanan en la tarea de seguir formando en la fe a los pequeños y jóvenes de la Parroquia. 

Junto a ellos, hemos celebrado la grandeza y la belleza de la vocación del catequista, que es un don para la Iglesia y para esta parroquia; ellos son un regalo para todos aquellos que formamos parte de la esta comunidad parroquial. 

Damos gracias a Dios por nuestros catequistas, por su empeño y perseverancia en el compromiso de transmitir fielmente la Palabra de Dios. Y damos gracias a Dios por las familias de nuestros niños y niñas, y de nuestros jóvenes, por confiar en la tarea de estos catequistas, que acompañan en el crecimiento de su fe, a los pequeños y adolescentes de nuestra comunidad parroquial. 

Pedimos para que el Espíritu Santo acompañe siempre a nuestros catequistas; para que les ilumine y les ayude en la tarea de anunciar la Buena Nueva y proclamar el Amor de Dios, con la palabra y con el testimonio de sus vidas.