Última actualización: 19/02/2025
La situación física por la que está pasando el sucesor de Pedro, el Papa Francisco, nos abre a toda la comunidad parroquial a orar por la recuperación del Santo Padre, y por su regreso a presidir a la Iglesia, en la fe, esperanza y caridad.
Por ello, y por hacernos solícitos a la intención de la Iglesia, en estos tiempos enmarcados en el Jubileo de la Encarnación, bajo el título Peregrinos de la Esperanza, pedimos al Padre Eterno por la salud del Sumo Pontífice y por su vuelta al pastoreo de la Iglesia Universal.
El Papa Francisco agradece la inmensa ola de afecto y oración por su pronta recuperación.
El próximo domingo 16 de febrero celebramos un nuevo Encuentro Jubilar en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. La celebración coincidirá con la Misa de las familias, a las 12:00h. del mediodía.
Los encargados de coordinar esta nueva Celebración jubilar, serán miembros de las parroquias de Ntra. Sra. de Gracia y Ntra. Sra. de Las Mercedes. Presidirá esta Eucaristía D. Juan José Palacios, hermano claretiano.
La colecta jubilar de este día irá destinada a una finalidad de caridad, asignada por las autoridades diocesanas.
Pedimos para que este nuevo Encuentro Jubilar, que es motivo de gozo en nuestra parroquia, dé los frutos deseados en la peregrinación personal y comunitaria, en este año Año Santo 2025.
Cada 11 de febrero la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermo. Con la conmemoración de este día, comenzamos un período en el que se nos motiva a tener presente el mundo de la sanidad como una prioridad para los que formamos parte de la Iglesia Peregrinante.
En este 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, queremos tener presentes a todos los enfermos y personas mayores de nuestra comunidad parroquial, y por ello, en nuestro templo de Ntra. Sra. de la Asunción, celebramos la Unción de Enfermos comunitaria. Para ello y de manera excepcional, adelantamos la celebración de la Santa Misa a las 18:00 h., con el fin de que la noche no sorprenda al regreso a sus hogares, a todos aquellos que deseen participar en esta Eucaristía. Antes, a las 17:30 rezaremos el Santo Rosario, oración de contemplación de los misterios de la vida de Jesucristo por mediación de la Virgen María.
El Sacramento de la Unción de Enfermos es un sacramento originado en la Pascua del Señor y proviene directamente de la Misericordia del Padre, como muestra del acercamiento y consolación de Jesucristo en su amor hacia los enfermos; una Gracia que el Espíritu Santo introduce en la Iglesia para el alivio de tantos pobres de salud y necesitados, que desde su raíz cristiana, desean recibir la fortaleza precisa en esta situación en la que se encuentran.
El Sacramento de la Unción de Enfermos pueden recibirlo todas aquellas personas que por edad, deterioro físico o intervención quirúrgica próxima, necesitan la presencia del Señor como alivio a sus circunstancias; pero no es un sacramento exclusivo de nuestros mayores, pues pueden también ser ungidos aquellos jóvenes y personas de mediana edad, que por dictamen médico y necesidad espiritual, presenten una situación determinada y delicada de salud.
Puesto que el Sacramento de la Unción de Enfermos constituye el bloque de los Sacramentos de sanación junto con la Penitencia, es conveniente que vaya unido al sacramento de la reconciliación y el perdón, como símbolo de conversión real del ungido por el ministro ordenado de la Iglesia.
En la Celebración vespertina del 11 de febrero, pediremos y daremos gracias también por el grupo de Pastoral de la Salud de nuestra parroquia de la Asunción, que generosamente dedican, junto con el párroco, mucho tiempo en asistir a nuestros mayores y enfermos que así lo solicitan.
Oramos para que sean muchas las personas que, movidas por el Espíritu Santo, asistan a este encuentro con la Gracia, que quiere hacerse presente en la situación de debilidad física de muchos hermanos a los que la comunidad cristiana debe cuidar.
Damos gracias a Dios por la presencia misericordiosa de nuestro Señor a través de sus sacramentos. "En Esperanza fuimos salvados..." (Rom. 8, 24).